domingo, 13 de junio de 2010

No Quisiera morir siendo tan solo sombras.


NO QUISIERA MORIR SIENDO TAN SOLO SOMBRAS
No quisiera morir siendo tan solo sombras
O el recuerdo efímero de un simple hombre.
Quisiera ser el eco desmedido del Mar Caribe ansioso.
O el vaivén de las olas del soberbio Orinoco.
Y vivir y vivir en un instante
Todos los arrebatos del ensueño
que hoy pueblan mi existencia.
Ser mariposa en vuelo en la gruta del sol,
ardiente enamorado cual agitado colibrí ante la flor.
Besar, beber, rozar, tocar, sentir, acariciar
la esencia del amor.
Esa pasión etérea, que es sueño, y es real.
Intima ilusión que crea imágenes tan ciertas
en las sombras de la inquietud del pensamiento.
No quisiera morir siendo tan solo sombras.
Migajas de la nada,
ni ver morir a diario al hombre que sobrevive solo,
pidiendo una limosna en las calles oscuras de la vida.
Mientras que el corazón agita el alma
Descubre un entramado cual urdimbre de abejas
Capaz de producir imágenes tan tiernas, tan arrebata-
doramente fuertes
No quisiera morir y ser tan solo sombras
Quisiera ser la voz, la luz de un relámpago,
Cuando en noche caliente retumba con gran eco
Y despierta pasiones que eran tan solo sombras.
Que incitan a existir, a coordinar la vida.
Una exigencia de hechos, de metas a alcanzar
Y descubrir un cielo cubierto de arco iris,
Que irisan con efluvios cromáticos la vida
No quisiera morir siendo tan solo sombras
Plácida Farías

No hay comentarios:

Publicar un comentario