domingo, 13 de junio de 2010

A ellas

A ellas
Las contemplo bellas y distantes
Bellas sin ser fatuas,
Distantes sin estar ausentes,
Otros pocos, otros tantos; esperan el anochecer
Para verlas juntas, y alineadas, dispersas y brillantes.
Distantes e inaccesibles
Ellas esperan por ser admiradas,
Algunos permanecen indiferentes, incautivados,
Parecen haber quedado helados en los siglos,
ç Mas ellas continúan en su escenario, rígidas, inmóviles
Bellas, indiferentes a la indiferencia.
Otros las observamos y las amamos por ser bellas,
por ser tan blancas. Por darle inmortalidad
Al firmamento.
Bellas y distantes.
Bellas sin ser fatuas,
Distantes sin estar ausentes
En su destello desnudas,
Desnudas y quebradizas...
Al observarlas diviso entre todas
Solo una; No es la más bonita,
No es la más brillante
Quizá la mas distante, huidiza y constante.
Suele mirarme siempre
Yo la miro en silencio
No es la más amada
Pero quizá si la más distante.
Distante sin estar ausente.
En los alto fulgurante,
en Medio de la bóveda celeste
Ellas las estrellas con voces silenciosas
Permanecen en luces y misterio:
Siempre bellas y distantes.
Cristina Martínez Farías

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